La mayoría de las veces que un buceador con poca experiencia no puede descender, se lo atribuye a la falta de lastre,  sin tener en cuenta lo siguiente:

Al presionar el botón de desinflado de la tráquea,  esta tiene que estar bien estirada hacia arriba, y el buceador en posición vertical, ya que al igual que lo que ocurre con cualquier manguera, si esta tiene muchas curvas,  o está doblada,  disminuye y atenúa el caudal del fluído circulante, no permitiendo vaciar el chaleco BCD,  dificultando el descenso.

El aire, por ser 800 veces menos denso que el agua, siempre va para arriba,  por tal motivo, si el buzo trata de vaciar el chaleco (por la tráquea), cabeza abajo u horizontal, este eliminará una cantidad restringida de aire, imposibilitando el descenso.  Es la clásica imagen del buzo pateando frenéticamente hasta el agotamiento, mirando el azul hacia abajo, presionando el botón de desinflado con desesperación sin poder descender.

Los primeros metros de un descenso deben ser en posición vertical,  con la tráquea bien estirada y compensando continuamente.

Es válido recordar que el lastre puede llegar a triplicarse, dependiendo del traje usado. No pretenderás usar el mismo traje, y por lo tanto tampoco el mismo lastre, para bucear en Puerto Madryn que en el Caribe.  Tener en cuenta que no todos los trajes presentados cómo de 7, 5 o 3 mm son iguales en volumen y flexibilidad.  Hay varias tecnologías, materiales sin desestimar que influye mucho si es nuevo o no.

Siempre hay que tener en cuenta que el traje te hará perder flotabilidad a medida que se vaya comprimiendo,  por lo tanto los primeros metros,  tu descenso será más lento,  ya que estarás más positivo.

También es frecuente en algunos buceadores principiantes, que la ansiedad los lleve a realizar profundas inhalaciones,  expandiendo su caja toráxica,  lo que implica desplazar entre 2 y 5 litros extra de agua.  Si aplicamos el Principio de Arquímides, esto significaría un empuje del agua, de abajo hacia arriba de igual cantidad de kilos,  haciendo imposible descender,  resultando que cualquier lastre se torne insuficiente.

NO desdender con los pulmones saturados de aire y aguantando la respiración, lo cual no sólo dificulta el descenso, sino que infringe la ley primera del buceo scuba:  «Nunca aguantar la respiración».

También aconsejo no ser fundamentalista en cumplir a rajatabla las fórmulas de cálculo de lastre que aparecen en algunos textos, ya que no todas las personas que pesan lo mismo tienen la misma densidad corporal (relación masa-volumen) ni relación masa muscular – % de grasa. Además cómo dijimos antes,  no todos los trajes de determinado grosor teórico, desplazan el mismo volumen de agua debido a su volumen real y flexibilidad.

Mejorarás la calidad de tus descensos cómo casi todo en la vida,  con tranquilidad, experiencia y teniendo en cuenta estos consejos.  Mirá más curiosidades